LXVIII Potaje Gitano
Año 2004
Celebrado el sábado 26 de junio de 2004 en el patio del Colegio Salesianos.
Homenaje a ALEJANDRO SANZ
Este homenaje significó un antes y un después para el Festival de Potaje Gitano
Actuaciones:
Marina Heredia
Arcángel
“Ahora Utrera”
Tomás de Perrate, Manuel de Angustias, Nico, Jesús, Mati, Luis, Encarni, Pitín hijo y Moya.
Farruquito
Potaje Gitano XLVIII – 2004
Anticipaba Alberto García Reyes: “El Potaje Gitano de Utrera es el más antiguo de los certámenes flamencos del verano. Y este año prepara un estruendo: se dedicará a Alejandro Sanz que asistirá el día 26 de Junio al colegio de los Salesianos para disfrutar con el cante de Gaspar de Utrera, Marina Heredia, Arcángel, los jóvenes cantaores de la localidad con Tomás de Perrate al frente y Bernarda de Utrera. Asimismo, Farruquito
Cercará la noche con su baile. No olvides que durante el espectáculo podrás comerte un potaje de frijones como Dios manda.
De mantenedor intervino el compositor gaditano Juan Carlos Aragón, y esos jóvenes cantaores de la localidad eran los componentes del espectáculo “Ahora Utrera”.
Tomás, Manuel de Angustias, Nico, Jesús, Mati, Luis, Encarni, Pitín hijo y Moya.
Tal vez fue el mayor espectáculo -en todo caso-, uno de los mayores espectáculos que se han visto en utrera. Sobre tres mil personas y todos acomodados en mesas redondas vestidas con mantel y servilleta, de tela blanca, mesas que fueron asistidas, a la hora de servirse el potaje, por jóvenes mujeres de la hermandad ataviadas con un delantal de color verde que regaló Cruzcampo.
Para la reseña de este Potaje, nos valen cosas de la crónica que publicamos en la revista “Alma 100”: Me pregunto si “no es lo mismo” hacerle un homenaje a Alejandro Sanz que “a lo mejor se lo merece, vale,” que evocar a cualquiera otra figura de prestigio. También me pregunto si las casi tres mil personas que llenaron el patio grande del colegio Salesiano -cuyo aspecto era realmente impresionante-, asistían buscando sólo flamenco o lo hacían con “el corazón partío” en aras de un beso, un autógrafo o un simple saludo de Alejandro Sanz. Pero si estoy seguro de una cosa; un grupo de jóvenes cofrades de la hermandad de Los Gitanos ha estado trabajando
denodadamente, robándole horas al día y faltando a sus obligaciones profesionales, para poder ofrecer a Utrera un espectáculo tan grandioso como el que se vivió la noche del sábado donde, junto a defectos que se han querido exponer, existieron virtudes que se han querido negar.
En el plano artístico, mientras Gaspar estuvo “a su manera”, una manera que aún está a tiempo de modificar, Marina Heredia y Arcángel estuvieron en profesionales y como muy consecuentes con el prestigio y la historia del festival al que acudían por primera vez. En el grupo “Ahora Utrera”, al que se incorporó finalmente Alejandro Sanz, dejando tres letras cortas por bulería -a compás-, a destacar el cante de Mari Peña, el baile de Encarni y la actuación de Manolito de Angustia, quien era consciente de que los aplausos cosechados los tenía que compartir con el recuerdo a Bambino.
Bernarda de Utrera, su majestad el cante, como acertadamente dijera el presentador, no estuvo asistida por su voz, pero su categoría fue reconocida por el respetable, en la forma en que ella y Fernanda merecen.
Farruquito fue la apoteosis que esperaban todos, demostrando escena, plasticidad, estética, además de arte y hechuras gitanas que le inculcara su abuelo Antonio. Lo mejor de la noche.
Sí pudo resultar largo el homenaje, sí pudo haber lentitud en el cambio de escena, pudo haber imposiciones del cuerpo de seguridad del homenajeado, pudo darse algún que otro fallo y hasta puede que el repostero no estuviese a la altura que demandaban las más de trescientas mesas.
Pero utrera vivió una noche inolvidable y festiva como pocas y, algo importante, la joven comisión organizadora, en una tarea de entrega al cariño que siente por su hermandad, ha visto la recompensa, consiguiendo sanear la economía, lo que siempre se ha buscado también. Y porque no… “a lo mejor, se lo merece. Vaale”.
Manuel Peña Narváez